jueves, 11 de diciembre de 2008

sábado, 18 de octubre de 2008

viernes, 17 de octubre de 2008

viernes, 10 de octubre de 2008

El Dorado



La legendaria ciudad de El Dorado ha sido buscada por aventureros durante más de cuatro siglos en las selvas y montañas de América del Sur.
Nunca ha sido hallada, pues no existió, pero la imagen de un sitio de incalculables riquezas no ha perdido su poder de seducción.


Muchas expediciones españolas en la época de la conquista, se perdieron en las selvas, murieron a causa de extrañas enfermedades, picaduras de víboras y hambre, pero esto no detuvo a los obstinados adelantados, que buscaban su gloria personal y por sobre todo la riqueza material del oro.
Desde su descubrimiento, el oro ha obsesionado al mundo. Ello se debe en parte a su escasez: el oro extraído hasta la fecha en las minas del globo entero sólo alcanza las 100.000 t. Es también uno de los metales más constantes, pues no se corroe ni deslustra, lo que lo ha vuelto regalo de reyes, medida básica y símbolo de riqueza. Esta asociación con riquezas superiores a lo imaginable le dio un lugar en la realidad y la ficción, aunque también una categoría mítica. La más sugestiva leyenda sobre el oro -la de El Dorado, ciudad fabulosamente rica, donde incluso las ollas eran de oro- atrajo hacia América del Sur a generaciones de aventureros; todos quedaron desilusionados, como corresponde a la persecución de un mito. Como la mayoría de los mitos, el de El Dorado tiene parte de verdad, y su origen puede precisarse con bastante exactitud. En 1493, cuando Cristóbal Colón volvió de su viaje de descubrimiento relatando que había visto cantidades ilimitadas de oro, desató en Europa la fiebre de este metal precioso. Cincuenta años después, las cuantiosas posesiones de oro azteca, en México, e inca, en Perú, ya habían sido saqueadas por los conquistadores. Nadie en Europa que hubiese visto descargar barcos repletos de artefactos de oro, lingotes (muchos objetos eran fundidos para su transporte) y piedras preciosas dudaba de que el Nuevo Mundo fuera una magnífica fuente de riquezas. Se multiplicaron así los relatos sobre la suerte de los conquistadores. En 1530, por ejemplo, Francisco Pizarro exigió como rescate del emperador inca Atahualpa una habitación llena de oro y dos de plata, demanda que fue plenamente satisfecha.
En 1539, los españoles irrumpieron en territorio de los chibchas entablaron una interesada amistad y fundaron la ciudad de Bogotá.
Conocieron allí la ceremonia tradicional celebrada a orillas del lago Guatavita, al noreste, en homenaje al nuevo rey chibcha.
Se decía que aún vivían personas que habían presenciado la última de tales ceremonias en honor de un rey.

La ceremonia tenía lugar al amanecer, a fin de que el rey y su séquito saludasen al dios Sol. En un momento dado el rey, desnudo, era cubierto con polvo de oro para ser literalmente convertido en un hombre dorado, en "el dorado". Se le trasladaba entonces a una balsa de junco mientras sus súbditos ponían oro y esmeraldas a sus pies para que los ofreciese al dios Sol. Cuatro caudillos desnudos que llevaban sólo coronas, pulseras y joyas de oro se le unían en la balsa, portando cada uno de ellos una ofrenda. Cuando la barca llegaba a la mitad del lago, se izaba un estandarte en señal de silencio e inmediatamente después el rey y sus caudillos arrojaban sus ofrendas a las aguas.
Las cosas cambiaron un siglo después. Embellecido el relato, El Dorado dejó de representar a un personaje para convertirse en un sitio. Su emplazamiento también fue modificado: se le trasladó primero al bajo Orinoco y luego al Amazonas, a 2.400 km del lago Guatavita. Fue la leyenda lo que impulsó a los ingleses Walter Raleigh y Percy Fawcett, a los españoles Gonzalo Jiménez de Quesada y Sebastián de Belalcázar y al alemán Nicolaus Federmann a intentar la localización de la ciudad dorada.
El Inglés Percy Fawcett, mientras trabajaba en la definición de la frontera Brasil-Bolivia, supo en 1906 del mito de El Dorado. Volvió a la zona en los años 20 en busca de la ciudad, se interno en la selva con una pequeña expedición, pero desapareció en 1925. Todo indica que la mayor parte del oro y las joyas depositados en el lago Guatavita en las ceremonias del "hombre dorado" fue a dar al tesoro español en el siglo XVI. El último intento por drenar el lago, en 1912, dio como resultado unos cuantos ornamentos cuyo valor no compensó, con mucho, los costos de ingeniería. Por lo demás, quienes buscaron la ciudad de El Dorado estaban condenados al fracaso, pues a pesar de los volúmenes dedicados a describirla, la áurea ciudad no existió jamás.



domingo, 5 de octubre de 2008

Video acerca de Stonehenge

Stonehenge




Perenne monumento a uno de los más grandes misterios de la religión y la ciencia, el gran círculo megalítico de gigantescas piedras de Stonehenge es para el mundo moderno un enigma atemporal, joya arquitectónica y tributo a la imaginación.
¿ Fue un cementerio sagrado o un observatorio prehistórico ?

EL ENIGMA DE STONEHENGE
Diodoro de Sicilia, quien escribiera su Historia Universal hacia el año 50 a.C. y que basara su información en el libro perdido del historiador griego del siglo V a.C. Recateo, puede haber proporcionado un indicio acerca del enigma principal de Stonehenge: su propósito. Cuando se refiere a los hiperbóreos, el pueblo que habitaba una isla en el norte de Europa "más allá del punto donde sopla el viento norte", Diodoro dice que ellos poseían "un magnífico recinto sagrado" y un "templo notable", dedicado al dios del sol, Apolo, que poseía forma esférica. El dios luna visitaba la isla cada diecinueve años, "el período en que se produce el regreso de las estrellas al mismo lugar". Se cree que por "esférico" Diodoro habría querido significar no la forma del templo sino su propósito, que era el de estudiar los cursos de los cuerpos celestes. La afirmación de Diodoro puede ser significativa si, como parece seguro, él describía Stonehenge, el más famoso monumento pétreo de Europa.
La fuente de Díodoro, Recateo, había derivado su información de viajeros griegos que, en nuestra opinión, dejaron su marca en Stonehenge tallando símbolos de dagas y hachas micénicas en la piedra. Esos antiguos visitantes creían que las grandes piedras habían sido erigidas para que sirvieran como observatorio astronómico, conclusión a la que llegaron algunos astrónomos modernos.
Esa es una de las razones por las que Stonehenge resulta tan fascinante y frustrarte. Sus enormes piedras plantean problemas que pueden estar más allá de toda solución. ¿Quién las transportó y las erigió en la planicie de Salisbury, en el sur de Inglaterra? ¿Cómo, cuándo, y sobre todo, por qué?
Stonehenge es mucho más antiguo de lo que se pensaba. Se trata de una estructura compuesta, formada en varios siglos. Los antiguos druidas han sido eliminados como creadores de este templo, que pudieron haber usado. Su culto surgió 1.000 años después de que se completara Stonehenge.
Su gente proveyó los millones de horas-hombre necesarias para transportar, labrar y erigir las 112 piedras grandes y muchas otras más pequeñas. ¿Por qué esos activos cazadores y agricultores dedicaron su tiempo y energía a lo que puede parecer una tarea improductiva? Para ellos era de la mayor importancia, tan vital que a medida que transcurría el tiempo hacían agregados y mejoraban la estructura. La excavación estratigráfica ha revelado las diversas etapas de construcción.
Hawkins aceptó que pos eclipses lunares podrían haber sido predichos mediante el uso de los cincuenta y seis Agujeros Aubrey que forman un círculo. El antiguo astrónomo pudo haber logrado esto insertando una piedra en un agujero y cambiándola de un agujero a otro cada año en la dirección de las agujas del reloj, de conformidad con los movimientos erráticos de la luna, que sale y se pone en diferentes lugares del horizonte y vuelve a su posición original casi exactamente cada cincuenta y seis años.

Entonces, ¿qué quiso decir Diodoro cuando afirmó que el dios luna volvía cada diecinueve años? , se preguntó Hawkins. ¿Es que la luna hacía algo especial en Stonehenge cada diecinueve años? ¿Cuándo era más espectacular la luna eclipsada? La respuesta parecía ser cuando estaba sobre la Piedra Talón, o en la entrada al Gran Trilito. Para los hombres primitivos los eclipses lunares eran un inquietante fenómeno.
"Stonehenge no es sólo un observatorio astronómico, sino también un monumento construido geométricamente mediante el uso de elipses, espirales y círculos trazados sobre el suelo", concluye el profesor Alexander Thom. Él y sus colaboradores estudiaron el sitio en abril de 1974 (Journal of ths History of Astronorny, vol. 5, parte 2, pp. 71-90). El profesor Thom justamente es famoso por sus estudios de los observatorios lunares que existen a lo largo de la costa oeste de Escocia.
La dificultad para determinar el propósito de Stonehenge se debe en parte a la remoción y destrucción de ciertas piedras marcadoras, hecho posible durante el curso de los siglos. Como sugiere Díodoro, probablemente fue construido como templo dedicado al dios sol, desde el que se podían observar los movimientos de los cuerpos celestes.

Triángulo de las Bermudas Parte 2